Se llamaba Carlos Luciano Canziani, tenía 25 años y había nacido en Tandil (provincia de Buenos Aires) el 13 de diciembre de 1950. En su ciudad natal lo recordaron un 24 de marzo en un acto realizado en la Universidad Nacional del Centro y luego en el Colegio San José, donde había estudiado. Fue secuestrado en un operativo ilegal de detención del Primer Cuerpo del Ejército, el 15 de abril de 1976 en una pensión estudiantil de la ciudad de La Plata, y asesinado el 17 del mismo mes en aguas del Arroyo Santo Domingo, Ruta Panamericana, Villa Domínico, Avellaneda, Provincia de Buenos Aires. La Secretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad de Avellaneda informa en su página oficial que tras los asesinatos perpetrados por la CNU y luego por las fuerzas conjuntas del Primer Cuerpo del Ejército, la Unidad Regional II de Lanús y la comisaría 4 de Sarandí eran «quienes intervenían y realizaban las actas policiales y trámites judiciales para reconocer los cuerpos que hasta el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 eran entregados a los familiares de las víctimas. Luego del golpe la intervención policial oficial consistía en retirar los cuerpos, auxiliados por los bomberos, e ingresarlos como NN en la morgue policial del Cementerio de Avellaneda. Pocas veces los restos eran identificados y entregados a los familiares, en general eran enterrados como NN en el sector 134 de esa necrópolis». En el caso de Carlos, sus restos fueron entregados a sus familiares, luego de ser asesinado junto a Nora Alicia Urruty, quien también había sido secuestrada el 15 de abril. El asesinato de Carlos Luciano Canziani aguarda justicia.